El 30 de abril de 2025, durante el Día de la Memoria por los Caídos en Combate (Iom HaZikaron), Israel enfrentó una de las peores tragedias ambientales de su historia reciente. En las primeras horas de la mañana, un incendio forestal se desató en las colinas de Jerusalén, afectando gravemente al bosque de Eshtaol, una de las áreas verdes más emblemáticas del país.

Este incendio, avivado por fuertes vientos y temperaturas extremas, se propagó rápidamente, llevando a la evacuación de comunidades cercanas como Neve Ilan, Shoresh, Nataf, Yad HaShmona, Eshtaol y Mishmar Ayalon. Las llamas arrasaron más de 25,000 dunams (aproximadamente 6,170 acres), destruyendo vastas áreas de bosque y poniendo en riesgo vidas humanas y bienes materiales.

El bosque de Eshtaol no solo es un pulmón verde vital para la región, sino también un espacio que simboliza la relación entre Israel y diversas comunidades del mundo. Dentro de este bosque se encuentra un centro de reconocimiento en el que figuran placas conmemorativas de numerosos países, entre ellos Uruguay. Estas placas representan el apoyo y la solidaridad del pueblo uruguayo con el Estado de Israel, así como el compromiso conjunto con la preservación del medio ambiente y el legado judío.

Ante esta devastación, se han iniciado esfuerzos de reforestación liderados por el Fondo Nacional Judío (KKL), en colaboración con voluntarios locales e internacionales. Sin embargo, para que este renacer sea posible, necesitamos de la colaboración activa de todos. Por eso, apelamos al compromiso y la generosidad de los donantes, especialmente en forma de aportes económicos, que permitirán llevar adelante las tareas de reforestación, restauración del terreno y mantenimiento a largo plazo del bosque. Cada contribución, sin importar su tamaño, es un paso más hacia un Eshtaol verde, fuerte y lleno de vida.